La iguana marina es una especie de lagarto endémica de las Islas Galápagos. Es el único lagarto del mundo capaz de vivir y alimentarse exclusivamente en el mar. Tiene un aspecto único por su color oscuro, que va del gris oscuro al negro, y su forma aplanada. Los machos tienen una cresta dorsal espinosa y la cabeza más grande que las hembras. Las iguanas marinas también tienen garras afiladas, colas largas y cuerpos musculosos. A diferencia de otros lagartos, la iguana marina evolucionó para vivir en el agua, por lo que es principalmente un animal marino. Pasa gran parte de su tiempo en el océano Pacífico, alimentándose de algas submarinas. Sin embargo, también salen a rocas y playas para calentarse al sol y poner sus huevos en la arena. Las iguanas marinas son animales solitarios, pero a veces se reúnen en gran número en rocas y playas para mantenerse calientes. Cuando están en el agua, pueden permanecer sumergidas durante largos periodos, de hasta una hora o más, aguantando la respiración. También pueden sumergirse hasta 30 metros de profundidad para alimentarse de algas.

Las iguanas marinas están activas todo el año, pero el mejor momento para verlas depende de lo que quiera ver. Si quiere ver a los machos en cortejo y combate territorial, la estación seca (de junio a diciembre) es ideal. Si quiere ver a las hembras poniendo huevos, la estación húmeda (de enero a mayo) es más apropiada. Las iguanas marinas se reproducen en grupos en las playas. Los machos compiten por las hembras, que ponen sus huevos en agujeros excavados en la arena. Las hembras suelen poner de 2 a 5 huevos, que eclosionan unos 90 días después. Las iguanas marinas jóvenes tienen que salir de la arena y adentrarse en el mar para comenzar su vida en el agua.

Hay varias islas Galápagos donde se pueden ver iguanas marinas, como Isabela, Fernandina, Santa Cruz, Española, San Cristóbal y Santiago. Cada una de estas islas ofrece una experiencia única de observación de la vida salvaje.